domingo, 30 de diciembre de 2018

SECCIÓN 94. ODISEA INTERESTELAR XXVIII. EL SECRETO DE LAS NUBES (3) Nebulosas de reflexión y remanentes de supernova

SECCIÓN XCIV (94) ODISEA INTERESTELAR XXVIII


EL SECRETO DE LAS NUBES (3)


  NEBULOSAS DE REFEXIÓN Y REMANENTES DE SUPERNOVA


NEBULOSAS DE REFLEXIÓN

Pléyades


Una nebulosa de reflexión es una nube de polvo que refleja la energía procedente de una o más estrellas cercanas. Es también una nube de gas y polvo que no crea su propia luz, sino que brilla reflejando la luz que viene de las estrellas cercanas. Las nebulosas de reflexión más brillantes están en lugares donde nuevas estrellas están siendo formadas. Aquí el gas y el polvo son espesos y brillan por la luz de nuevas y brillantes estrellas. Algunas veces el gas es tan espeso que las nuevas estrellas no pueden ser vistas.

Un ejemplo de ello es el material polvoriento que rodea a las Pléyades.

Y también otro ejemplo la nube interestelar en proceso de destrucción a causa de la intensa radiación de Merope, una de las estrellas de las Pléyades.
 
Merope de Barnard

NEBULOSAS DE REFLEXIÓN
 
Nebulosa del Cangreso
 
Las estrellas masivas mueren en un espectacular estallido que lanza al espacio sus capas externas y las convierte en supernovas tipo II. Las supernovas de tipo I son un tipo de estrella variable. Cuando una estrella de más de diez masas solares llega al final de la fase de combustión el hidrógeno, puede aparecer un núcleo de hierro. Al principio, el núcleo se mantiene por la presión interna, pero si su masa supera los 1,4 masas solares (Límite de Chandrasekhar) se condensa y forma un núcleo muy denso, compuesto básicamente de neutrones. La explosión supernova ocurre cuando las capas exteriores de la estrella, que han continuado implosionando, impactan contra el rígido núcleo y rebotan hacia el espacio a más de 70 millones de km/h. La colosal energía liberada produce un aumento de luminosidad que puede durar varios meses, antes de extinguirse, las remanentes de supernova se convierten en supernova, y que puede dejar en su centro una estrella de neutrones, ese remanente de la estrella, o bien puede dejar un agujero negro si el remanente de la supernova posee más de unas tres masas solares. Pero José os explicará más detalladamente estos mecanismos. La nebulosa del Cangrejo es un ejemplo de remanente de supernova con una estrella de neutrones en su centro.
 
Cassiopeia A

Otro ejemplo de remanente de supernova es Cassiopeia A, la remanente de una estrella masiva que estalló en el año 1572. Es la fuente astronómica de radio más brillante fuera del Sistema Solar, se encuentra en la constelación de Cassiopeia. La supernova que ocasionó esta nebulosa se encontró en la Vía Láctea, en nuestra galaxia, a tan solo 11.000 años luz. Actualmente esas nubes viajan a una velocidad de 16 millones de km por hora. 
 
Cassiopeia A
Aquí la vemos en una imagen en falso color compuesta de datos de tres fuentes. El rojo son datos en infrarrojo del telescopio espacial Spitzer, el naranja son los colores visibles tomados por el telescopio espacial Hubble, y el azul y verde son datos del Observatorio de rayos X Chandra.

 
DEM L 190
Otro ejemplo es la nebulosa DEM L 190 se encuentra en la Gran Nube de Magallanes. Esta nube gigante de gas ardiente es el vestigio más brillante de supernova en la GNM, y posee unos 30 años-luz de extensión. En el centro, donde alguna vez ardió la estrella, ahora hay una estrella neutrones, con un campo magnético extremadamente poderoso. Recién en 1979, cuando satélites que orbitaban la Tierra detectaron una poderosa explosión de rayos gamma desde este objeto, comenzó el interés en las propiedades extremas de esta nueva clase de exóticas estrellas creadas por explosiones de supernovas.

Fotos: ESA HUBBLE y ESO OBSERVATORY