jueves, 23 de abril de 2020

SECCIÓN CXXXIII (133)LA OBRA DE LA CREACIÓN DEL UNIVERSO.

SECCIÓN CXXXIII (133) LA OBRA DE LA CREACIÓN DEL UNIVERSO.
CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CXXXII (132).

Siguiendo con el tema de la Nebulosa de Orión de la sección (127). En la Constelación de Orión, hay una región en formación de nube molecular llena de estrellas compuesta de gas y polvo.

Para poder limitar las teorías actuales sobre la formación estelar es muy importante comprender y conocer cuántos objetos de baja masa se encuentra en la Nebulosa de Orión.

Dentro de la Nebulosa de Orión, encontramos grades cavernas con estrellas muy masivas y muy jóvenes. En el cuenco de Orión se descubrió una estrella binaria.

Estas estrellas genera vientos solares que empujan al interior de la Nebulosa. En las cavernas al lado derecho del cuenco, hay estrellas que genera vientos al centro de la Nebulosa.

Se estima que la fuerza del viento solar es de 1.5 millones K/m. Estas estrellas jóvenes con una gran luminosidad emiten rayos X, con una fuerza descomunal.

La Nebulosa vista por los telescopios VLT, Omega CAM, con una cámara óptica de amplio campo del VLT Y ESO que nos asombra cada día por sus descubrimientos en este campo.

Lo que más me gusta de esta constelación es su anchura y su largura, ya que es de 1.500 años luz. 

Vimos hace poco el nacimiento de una estrella, pero otras están desapareciendo y otras están despuntando. Cuando lancen el nuevo Hubble descubrirá más de las 77 estrellas que hay ahora.

En mis blog anteriores dije que Orión es el Cartel de Hollywood de todas las Nebulosas que hay en el inmenso espacio. Observamos estrellas que brillan más de mil soles, que existen detrás de la Nebulosa de Orión.

Cierto es que el Universo esta bañado por rayos cósmicos, y haces de partículas que bombardean la tierra. Gracias a Dios, aunque muchos sean ascéticos en esta materia, pero no hay ningún planeta como el nuestro que repele las partículas del Universo que caí a la tierra. Todavía no se ha descubierto un planeta como la tierra.

Cierto es que la Constelación de Orión es un misterio, es la mas estudiada y menos comprendida. Hay mucho que descubrir. 

El ser humano cuenta con una tecnología que hace un siglo no era imaginable.

El hombre posee el Hubble, VLT etc Una escritora Norte Americana dijo: Las potestades del cielo son el sol, la luna y las estrellas. 

Gobierna los cielos. . . Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios (PE. p. 41).

La constelación de Orión es un misterio para la ciencia. Una gran mayoría de la ciencia, creen en una sabiduría humana limitada y no comprende los misterios de Dios.
MARANATA.
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lunes, 6 de abril de 2020

MOMENTO PARA REFLEXIONAR


 MOMENTO PARA REFLEXIONAR




El mundo se ha detenido. El ser humano ha cesado su labor, aunque de forma temporal, la tierra parece que descansa. Cansado del trajín de las multitudes, nuestro planeta ha disminuido su vibración, ha cesado en su actividad frenética y nos susurra que hay un virus más letal que el Coronavirus, y no, no es el ser humano. Es el virus del pecado encarnado en el orgullo, el egoísmo, la avaricia, el narcisimo y el portador de ese virus es el ser humano. 
El hombre, confinado en sus hogares, ha visto limitada su esfera de acción y, a cambio, la creación experimenta curiosa su pequeña libertad, un simulacro de la gran liberación que ha de conocer "porque la cración misma será libertada de la esclavitud, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios" (Romanos 8.21).
Todo cambiará...
Después de esta pandemia, sin duda, el mundo no será lo mismo. Verán los líderes que individualmente, cada país, poco puede hacer por afrontar problemas como el COVID-19, porque después de que pase esta pandemia el ser humano se enfrenta al mayor problema que ha hecho frente, el cambio climático y más epidemias de virus letales.

Ya se palpa en el ambiente estos días la angustia de las gentes (Lucas 21.25)

Esta pandemia enseña cómo la naturaleza se impone, como el ser humano es totalmente prescindible en este planeta.

Toda pandemia, toda guerra, cambió en su momento el mundo. Esta pandemia lo cambiará sin duda. El ser humano verá que no puede vivir en ese ritmo vertiginoso que lo caracteriza y necesitará parar, necesitará poner al planeta en modo off. Todos verán que el día en que el ser humano cesó de su trabajo, de sus actividades diarias, de la locura de la vida, el planeta se curaba. Se impondrá, pues, a semejanza, un día de descanso, aunque equivocado día, para remediar el gran problema de este mundo.

Todos aprenderán de esta pandemia.

Este es un tiempo de Misericordia que Dios nos ha dado, un ultimátum a despertar de nuestro letargo espiritual. Es una última llamada de Dios a levantarnos, a lavar en la sangre del cordero nuestras ropas manchadas, a emblanquecer nuestros vestidos y nuestra vida en la justicia del Señor para llevar al mundo el último mensaje de misericordia.

Despertemos de este letargo y entreguémonos a Dios ahora, ya que hoy es el día de salvación.




“Y esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creíamos.”

Romanos 13.11