SECCIÓN 106
La Tierra (1)
El origen de la vida
"De la misericordia de Jehová está llena la tierra"
Salmos 33.5
Según evolucionistas las dos clases principales de formas de vida son:
procariotas, células pequeñas relativamente sencillas, y eucariotas, más
grandes y con núcleo en sus células. Se tienen por formas complejas de vida a
las eucariotas, no así a las procariotas.
Pero en el año 1977, Carl Woese
propuso subdivisión basándose en sus diferencias estructurales y genéticas:
Eucariotas, bacterias y arqueobacterias (las dos últimas son
procariotas: las denominadas formas sencillas de vida).
Los procariotas son de tamaño microscópico, no tienen núcleo, y tienen
una reproducción asexual por medio de la fisión binaria o bipartición. A esto,
Douglas Palmer, en su libro llamado Tierra, 100 descubrimientos que
cambiaron el curso de la historia, dice: "aun con esta simplicidad,
los procariontes tienen tanto éxito que, según algunos cálculos, tanto un
cuerpo animal como vegetal pueden contener más procariotas que células."
Así que, según esto, estos microorganismos son sencillos; lo cierto es
que es distinta y algo menos compleja que las eucariotas, pero no sencilla,
¿por qué? porque, aunque no tengan un núcleo, sí tiene material genético, es
decir, tienen información genética, tienen ADN. El ADN tiene
funciones vitales y para el desarrollo del su ciclo vital, es información
básica de la vida. Su ADN es circular y se encuentra disperso en el citoplasma,
a diferencia de las eucariotas el cual su ADN se encuentra en el núcleo y es
lineal.
Las procariotas tienen una pared celular con función protectora; bajo
ella tiene la membrana plasmática, ahí la bacteria realiza todas sus funciones;
suelen tener una capa más protectora (cápsula). Llevan un flagelo que
proporciona movilidad a la procariota.
Tienen ADN que forma la región del nucleoide (similar al núcleo); y tienen también otra estructura circular de
ADN, están diferenciados del ADN principal, y contiene información que le
confiere resistencia a antibióticos, entre otros, y se le llama plásmido
(fragmentos de ADN externo del ADN principal); hay ribosomas y tienen también
reservas de sustancias que le ayudan a sobrevivir en casos de necesidad, y se
les llaman Inclusión Bacteriana.
Importante a destacar es el motor del flagelo de la procariota; el flagelo es el
motor que le permite moverse a la procariota. Es en realidad una maravilla de
la ingeniería; y es llamada la máquina más eficiente del universo: pueden
llegar a girar a 100.000 revoluciones por minuto, tiene un mecanismo complejo
que le permite recibir información del medio en que se encuentra; a pesar de
girar a esa velocidad pueden detenerse en seco; solo necesitan un cuarto de
vuelta para detenerse y cambiar el sentido de giro y comenzar a girar a 100.000
revoluciones por minuto en la otra dirección; tiene una gran cantidad de piezas, por
llamarlas así, que son imprescindibles para su movimiento. Esto es llamada
complejidad irreductible: se tiene una multiplicidad de piezas dentro de una célula,
y todas ellas son necesarias para la función de la célula, es decir, si
eliminas una pieza, eliminas su función.
Bien, a pesar de esto, del ADN, de las distintas partes de la célula, y
de este complejo motor, las procariotas son llamadas células simples. Es verdad, son
algo menos complejas que las eucariotas, pero no por ellos deberían ser
llamadas simples si están formados de partes que son interdependientes.
Las mitocondrias sin la característica distintiva principal de las células
eucariotas, tienen un papel en la generación de la energía nuclear y presentan
rasgos de las procariotas. Así que los evolucionistas propusieron que las
mitocondrias se originaron a partir de procariotas que invadieron la ancestral
célula eucariota y se integraron en ella.
Pick Lane, del londinense University College, y William Martin, de la
Universidad de Dusseldrf, has sugerido que, si bien el paso de sencillos
procariotas a complejos eucariotas fue un evento único, no ocurrió como
resultado de la acción de la selección natural, sino que fue consecuencia de un
repentino salto bioenergético en la capacidad de su genoma. Según ellos, la
presencia de mitocondrias en casi todas las eucariotas demuestra que
mitocondrias y células comparten en todo caso un origen común. Douglas Palmer menciona que la presencia de las mitocondrias pudo haber
causado este importante salto evolutivo hacia adelante.
Las mitocondrias generan la mayor parte de la energía celular química y
está implicada en otras funciones vitales de la célula. A pesar de servir para los evolucionistas como salto evolutivo entre lo
aparentemente sencillo y lo complejo, lo cierto es que las mitocondrias tienen
partes muy complejas e interdependientes y funciones igualmente complejas.
En la segunda mitad del siglo XIX, tras la publicación de El origen
de las especies de Darwin, se creyó que en las rocas de épocas anteriores a
la de la aparición de las formas más complejas de vida pronto se encontrarían
restos fósiles de organismos primitivos, es decir, en las rocas precámbricas, ya
que las primeras formas de vida se encuentran en las rocas cámbricas.
Darwin escribió lo siguiente: "La dificultad para explicar con
razones válidas la ausencia de amplios asientos de capas fosilíferas, por
debajo de las formaciones del sistema cámbrico superior, sigue siendo
enorme." (Origen de las Especies, pág. 385).
Ya en 1929 el paleontólogo M. Caullery expresaba su decepción: "Podía
esperarse que la paleontología hubiera conservado, en los estratos más
antiguos, no sólo ciertas formas primitivas, sino incluso conjuntos faunísticos
correspondientes a fases iniciales de la evolución. Esta esperanza no se ha
cumplido" ( M. CAULLEY, Les aspects principaux actuels du probléme
de l'évolution, en L'évolution en
biologie, Paris, 1929, Pág. 11).
No obstante se han descubierto algunos indicios de vida en las capas
precámbricas; los primeros fósiles precámbricos se hallaron en la década de
1950, en el chert de Gunflint, una formación de rocas en hierro bandeado: se
encuentran en los estratos del principio del Precámbrico y presentan una
característica alternancia de franjas de hematíes rojos con chert silícico y
esquistos arcillosos; hoy valiosa fuente de mineral de hierro, de su formación
se deduce que se crearon en aguas carentes de oxígeno.
Los restos que se encontraron se considera que pertenecieron a microbios
de fotosíntesis llamados cianobacterias: una especie de microbios capaces de
realizar fotosíntesis como las plantas actuales. Aunque ya no son los fósiles
más antiguos, porque en un reciente descubrimiento en las galerías de la mina
de oro de Agnes, son clasificados como acritarcos: incluyen restos de una
amplia variedad de clases de organismos, bacterias, arqueas o eucariotas, (las
células que mencionamos anteriormente), pero su origen sí que es incierto. Bien afirman Jean Flori y Henri Rasolofomasoandro en el libro ¿Evolución
o Creación?*1, que se tratan de organismos microscópicos, pero cuyo
elevado de nivel de complejidad asombra, y que no tienen nada de primitivo. Ya
vimos solo la supuesta célula sencilla, la complejidad que tiene.
Si los evolucionistas tuvieran razón debería encontrarse, justo en estas
capas del precámbrico, los antepasados de las numerosas y ya muy diversificadas
especies existentes en el Cámbrico. En efecto, como menciona L. MORET en su
libro Précis de géologie, Paris, 1967, pág. 314, ed. 5ª.: "La fauna se
completa y puede decirse que ya desde esta época existen las líneas maestras de
la clasificación. En consecuencia, fue mucho antes del Cámbrico, probablemente
durante el Precámbrico, cuando quizá tuvo la fase principal de la evolución, la
responsable de la individualización de esos grupos primordiales." Pero
no hay ni rastro.
¿Cómo explicar esta extraña ausencia, teniendo en cuenta que el
Precámbrico habría durado varios cientos, incluso miles de millones de años?
Los depósitos precámbricos son numerosos y a veces alcanzan considerables
espesores, de orden de 1.000 a 1.500 metros. ¿Es razonable creer que, durante
todo ese tiempo en tanta cantidad de depósitos, no se fosilizara ninguna de
esas formas vivas en proceso de evolución progresiva?
*1 "He aquí un duro golpe para la doctrina
evolucionista, que debería, lógicamente, haber enfriado los ánimos respecto a
dicha tesis. Pero, a pesar de todo, subsistió. En lugar de abandonar una teoría
que no se ajustaba a los hechos, se conservó y se trató de explicar por qué los
hechos no concordaban con ella. Así se imaginaron todo tipo de razones para
justificar esta laguna."
Entre las razones destacamos dos:
1. Se supuso que los primeros organismos tenían un cuerpo blando, sin
esqueleto, y por tanto imposible de fosilizare.
Y efectivamente, así lo afirma el evolucionista Douglas Palmer "Como
todos los organismos precámbricos tenían un cuerpo blando, no debe extrañar que
no se preservaran. Además, cuanto más antiguas sean las rocas, menor es la
probabilidad de que se hayan conservado sin sufrir extensas transformaciones o distorsiones."
Pero se conocen fósiles de animales de estas características, con cuerpo
blando, procedentes de otras capas. Además, dicha suposición no explica la
brutal aparición de todos los animales con caparazón o esqueleto en capas
superiores.
2. Se pensó en justificar esta ausencia mediante el metamorfismo, que
habría sido la causa de la destrucción de los fósiles representantes de los
primeros esbozos rudimentarios de la vida. La explicación era ingeniosa, porque
de este modo podía afirmarse: las formas vivas primitivas existieron,
pero sus fósiles han desaparecido en el metamorfismo. Nunca se encontrarían.
Como escribía E. Guyénot, "los archivos más antiguos de la vida están,
pues, perdidos para siempre" (E. GUYÉNOT, Deux problèmes insolules de
la biologie transformiste, Ginera, 1950, pág. 21.)
El metamorfismo es transformación sin cambio de estado (solido a líquido,
líquido a gas, gas a plasma, etcétera) de la estructura o la composición química o
mineral de una roca cuando queda sometida a condiciones de temperatura o
presión distintas de las que la originaron o cuando recibe una inyección de
fluidos.
Por desgracia, se ha demostrado después que existen numerosas capas precámbricas
que jamás han experimentado metamorfismo y son, pues, perfectamente aptas para
la fosilización, por lo que deberían encontrarse fósiles primitivos. Pero no
aparecen, lo que constituye un enigma para los evolucionistas. Así, el profesor
N.D. Newell, de la Universidad de Columbia, reconoce que todas las teorías
expuestas para explicar esa ausencia son insatisfactorias (N D. NEWELL, The
Nature of the Fossil record, en Procedings of the Amrican Philosophical
Society) . Asimismo, D.I. Axelrod, uno de los mayores especialistas del
mundo, acepta que éste es uno de los principales problemas no resueltos de la
geología y la evolución. ( D. I. AXELROD, Evolution of the Psilophyte
Paleoflora).
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