SECCIÓN XV. LA LUZ DEL PRIMER DÍA DE LA CREACIÓN
Hace unas semanas publiqué en mi blog personal un artículo de Richard Davidson de la Universidad de Andrews, en el cual analizaba qué podría ser esa primera luz. Deseo compartirlo con ustedes para que lo conozcan.
¿Cuál
fue la fuente de luz de Génesis 1.3 en el primer día de la creación si
es en el cuarto día cuando se crearon las lumbreras para alumbrar sobre
la tierra?
"Se han dado varias explicaciones. Una posibilidad es que la presencia divina fuera la fuente de luz del primer día de la creación.
El Salmo 104, que es una narración estilizada del realato de la
creación, menciona a Dios cubriéndose de "luz como de vestidura" en la
sección paralela al primer día de la creación (v.2). Durante los
primeros tres días Dios podría haber separado la luz de las tinieblas
(como más tarde separó la luz de las tinieblas en el mar Rojo (Éxodo
14.19-20). Al ser Dios mismo la fuente de luz en el primera parte de la
semana, él estaria enfatizando la naturaleza teocéntrica de la creación
(centrada en Dios), en contrasto con la heliocéntrica (centrada en el
sol). Esto podría prevenir toda tentación de adorar al sol que podría
resultar de ser el sol el primer objeto creado.
Una
segunda opción supone que el sol fue creado antes del cuarto día, pero
que llegó a ser visible en ese día al retirarse las nubles. Esto
explicaría el cicto tarde/mañana antes del día 4. La sintaxis hebrea de
Génesis 1.14 es diferente del modelo de los otros días de la creación.
El versículo 14 dice literalmente "Que las luces del firmamento de los
cielos separen el día de la noche" (y no "Que haya luces...para
separar..." como en la mayoría de las traducciones), acaso implicando
que las lumbreras ya existían antes del cuarto día. Tanto las lumbreras
"mayores" y "menores" como las estrellas podrían haber sido creadas "en
el principio" (antes de la semana de la creación, v.1 Juan 1.13) y no
en el cuarto día. En el cuarto día se les dio un propósito, "para
separar el día de la noche" y "para señalar las estaciones y los años".
Una variante de esta postura es que el sol y la luna fueron creados
antes de la semana de la creación, pero en su estado tohu-bohu (informe-vacío) al igual que la tierra (v.2), y que en el cuarto día recibieron su estado funcional (v.16).
Foto: ESA. Espectro electromagnético y observatorios |
Una tercera postura es que en el primer día Dios creó las propiedades
físicas de la luz visible y el resto del espectro electromagnético.
Sin embargo, esta idea no es satisfactoria si el universo y la luz de
otras galaxias fueran más antiguas que la vida sobre la tierra. Varios
pasajes de la Escritura sugieren que los cuerpos celestes y los seres
inteligentes fueron creados antes de que surgiera la vida en este
planeta (Job 38.7; Ezequiel 28.15). Además, la sintaxis hebrea del
Génesis 1.16 no necesita de la creación de las estrellas en el día 4, y
de hecho sugiere que ya existían.
Una
cuarta posición es que la estructura literaria de Génesis 1 dictó el
orden de los días de la creación; el sol del cuarto día para proveer la
luz del primero; las aves y los peces del quinto para habitar el
aire que divide al agua del segundo; los animales del sexto para que
vivan en la tierra seca y se alimenten de la vegetación del tercero. Sin
embargo, la simetría parece revertirse en el primer y cuatro días, ya
que la luz aparece antes que su fuente física.
Un
quinta respuesta sugiere que el relato de la creación de Génesis 1
intenta enfatizar la religión monoteísta de Israel, en contraste con el
politeísmo de las naciones circundantes. La historia alteró
deliberadamente la relación del sol, la luz y el ciclo diario para
transmitir el poder del Dios Creador. Por ejemplo, el término traducido
como "lumbrera mayor" fue preferido al vocablo hebre para "sol" para
evitar cualquier confusión con el dios sol pagano. Sin emabrgo, las dos
respuestas previas se apoyan en una comprensón figurada antes que
literal de la narrativa de la creación.
Foto: NASA. Vía Láctea |
De las opciones presentadas, las primeras dos parecen ser las que armonizan más con los datos bíblicos.
Tal ves sea posible una combinación de ambas psoturas: el sol y la luna
pueden haber sido creados (al menos en su estado informe-vacío) antes
de la semana de la creación, pero Dios mismo fue la fuente de la luz
hasta el cuarto día. En Génesis 1, el autor intenta claramente presentar
un relato literal de la creación (Nota que la introducción "éstas son
las generaciones/la historia" se utiliza en Génesis 2.4 y en otras nuece
secciones de Génesis, lo que indica que la intención del autor es que
la creación sea tomada tan literalmente como el resto de Génesis 1).
Parte de la cuarta posición podría ser cierta ya que Dios parece haber
creado en forma artística de tal manera que en los primeros tres días
formó el tohu (informe) mencionado en el versículo 2, y en otros tres días se ocupó del bohu
(vacío) del versículo 2. Parte de la quinta postura es también
verdadera en el sentido que Dios creó de tal manera (e hizo que Moisés
lo expresara con tanta exactitud en los términos apropiados) que
sirviera como argumento en contra del politeísmo de las naciones
vecinas.
Más
allá de la respuesta o respuestas que se prefieran, el relato del
Génesis refuta la adoración de la naturaleza, incluyendo al popular dios
sol. La luz y el ciclo diario fueron creados por Dios y dependen de él.
Más adelante, en la semana de la creación, Dios asignó estas funciones
al sol y a la luna, así como otorgó a los seres humanos la
responsabilidad de ser mayordomos de la tierra, su cubierta natural y
sus criaturas. En el último término, los cielos, el mundo natural y
cualquier habilidad humana de controlarlos o entenderlos por completo
aún dependen totalmente de Dios que es el único que merece nuestra
adoración.
Richard
M. Davidson (Ph.D., Andrews University), autor de varios artículos y
libros, es director del Departamento de Antiguo Testamento del Seminario
Teológico de Andrews University, Michigan, EE.UU.. Artículo publicado
en la revista Diálogo y en la página web de Geoscience Research
Institute.