viernes, 27 de julio de 2018

SECCIÓN LXXVI (76) ODISEA INTERESTELAR XIX EL ENIGMA DE LAS ESTRELLAS: EL AJUSTE DEL SISTEMA SOLAR

SECCIÓN LXXVI (76) ODISEA INTERESTELAR XIX

EL ENIGMA DE LAS ESTRELLAS

PARTE 7: EL AJUSTE DEL SISTEMA SOLAR

CINTURÓN DE KUIPER


Esta es una representación donde vemos las distintas órbitas de los planetas y el trazado que seguiría la New Horizons de la Nasa hasta el asteroide P1. 
Es un disco plano de cuerpos similares a los cometas que se extiende entre 6000 y 12000 millones de kilómetros de distancia del Sol. El astrónomo irlandés Kenneth Edgeworth en 1943 y Gerard Kuiper anticiparon en 1951 su existencia, que se confirmó en la década de 1990 con el descubrimiento del objeto 1992 QB1. El mayor objeto encontrado tiene 1000 kilometros de ancho, los de menos son de 100 kilómetros. 

 NUBE DE OORT

Es una región esférica con un radio de 1,6 años luz, diámetro 3,2 años luz, casi alcanza la estrella más cercana que se sitúa a 4 años luz. 

¿Cuál es el límite del Sistema Solar?

El centro del Sistema Solar lo constituye el Sol, y el cinturón de Kuiper se sitúa entre unos 6000 y 12000 millones de kilómetros del Sol. La influencia del sol alcanza unos 20000 millones de kilómetros de distancia del sol, se trata de la Heliosfera, una burbuja de viento solar que envuelve el Sistema Solar, la frontera es llamada Heliopausa ; la gravedad del Sol en realidad alcanza hasta la Nube de Oort de la que hablamos, con esa región esférica de un radio de 1,6 años luz. 

ÓRBITAS PERFECTAS


Una órbita consiste en una caída libre hacia el Sol, pero el movimiento circundante de los planetas alrededor del Sol es tan rápido que esquivamos esa caída libre; un buen ejemplo es un tiovivo; cuanto más rápido giramos, más nos alejamos del centro.

Se requiere por tanto un ajuste preciso en la velocidad del movimiento de los planetas y la gravedad del Sol. ¿Demasiado movimiento? Nos alejaríamos del Sol. ¿Demasiada gravedad del Sol? Acabaríamos en caída libre hacia el Sol.

Los asteroides y cometas no tienen órbitas estables, por ello necesitamos a un gigante como Júpiter, el cual actúa como un bate de beisbol. Sin este planeta el índice de impacto sería 1000 veces mayor. Aquí en esta foto observamos como el planeta atrajo hacia si el Cometa Shoemaker Levy 9, en el año 1994.

ESTRUCTURA PERFECTA

La posición de los planetas ocupan también un lugar estratégico, como bien podéis observar en este video; con esta posición concreta de los planetas se evita que la gravedad de los mismos interfieran en sus órbitas; si no, el sistema sería un caos con colisiones y escapes fuera del sistema.

Los astrónomos buscan sistemas solares más allá del nuestro, y lo cierto es que generalmente lo que encuentran no tiene nada que ver con el nuestro, son sistemas exóticos, irregulares e inestables que nada tienen que ver con nuestro ordenado sistema; casi pareciera una excepción.

Bien afirmaba Isaac Newton en su segunda carta a Bentley, escrita en el año 1692: 
 
"Así, por tanto, la gravedad puede poner a los planetas en movimiento, pero sin el poder divino nunca habría podido ponerlos en un movimiento circundante como el que tienen en torno al Sol, y, en consecuencia, por esta y por otras razones, me veo obligado a atribuir la estructura de este sistema a un agente inteligente."

No podemos olvidarnos de esta aciertadísima cita de Elena G. White, en La Fe por la Cual Vivo: "La producción abundante de la tierra y el movimiento que efectúa año tras año alrededo del Sol, no se deben a su energía inherente. Una mano invisible guía los planetas en el recorrido de sus órbitas celestes."
 

POSICIÓN ESTRATÉGICA


Nuestro Sistema Solar no solamente tiene una estructura y funcionamiento precisos, sino que su posición en la vecindad galáctica es igualmente perfecta. 


El Sistema Solar está situado en el brazo espiral de nuestra galaxia, Orión, a unos 32000 años luz del centro de la Vía Láctea. No estamos, por tanto, sometidos ni a la radiación proveniente del centro de nuestra galaxia, ni a la contaminación lumínica; igualmente las nebulosas están a una distancia perfecta para permitir su observación, así nos permiten ver y analizar su estructura, y parecieran cuadros pintados para que los moradores de la Tierra los observasen; la posición de la Tierra con respecto a las nebulosas nos permiten reconocer formas en el universo, bien sea un águila, una pata de gato, un casco, una montaña, etcétera.

Asimismo la posición del Sistema Solar nos permite no solamente unas condiciones adecuadas para la vida, sino el estudio del Universo mediante su observación; Dios no quiso que permaneciésemos en la ignorancia acerca de su creación, quiso que estudiáramos el Universo, que nos hiciéramos preguntas, que reflexionáramos sobre lo que vemos, en tal manera como dijo lo hizo el salmista:


"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?" Salmos 8.3-4

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